Aunque soñamos con comunidades de propietarios en plena armonía, la realidad es que rara es la comunidad en la que no aparece algún conflicto entre vecinos. Al igual que en otro tipo de relaciones, la mediación puede ser una herramienta, antes de llegar a procesos judiciales costosos y lentos.
La efectividad de la mediación en las Comunidades de Propietarios está plenamente probada, 8 de cada 10 procesos de mediación acaban con la firma de un acuerdo satisfactorio para todas las partes.
En algunos casos, Ayuntamientos y Asociaciones de Vecinos ofrecen servicios de mediación vecinal de forma gratuita, confidencial y voluntaria, generando espacios de diálogo entre los vecinos.
¿Cuáles son las fases de un proceso de mediación vecinal?
- Identificación del problema y de los vecinos implicados. Se deberá contactar con todas las partes implicadas para conocer su intención de participar en el proceso de mediación.
- Explicar el proceso a las partes implicadas y definir una hoja de ruta del proceso. En esta primera toma de contacto, se explicará a todos los implicados en qué consiste el proceso de mediación y se fijará una hoja de ruta acorde a la naturaleza del conflicto.
- Firma del consentimiento a la mediación. Tras la primera toma de contacto, los vecinos implicados en el conflicto deberán firmar el documento que autorice la mediación.
- Comienzo de las sesiones de mediación para acercar posturas y llegar a un acuerdo consensuado.
- Firma del acuerdo por todas las partes y mediador o mediadores. Si el acuerdo es sobre un conflicto que afecte a la Comunidad de Propietarios el acuerdo deberá contar con la aprobación de la Junta de Propietarios, si sólo se trata de una disputa privada entre vecinos, será un acuerdo privado entre las partes.
Cabe recordar que el artículo 25 de la Ley de Mediación, equipara los acuerdos alcanzados durante el proceso de mediación a los ejecutivos, por lo que tendrán validez jurídica reconocida a pesar de su naturaleza extrajudicial.
Fuente: Prevent Systems