Cruzamos los dedos para que este año los protagonistas del verano no sean los incendios. Siempre recordaremos aquellas campañas de «Todos contra el fuego» y en nuestras comunidades no debemos bajar la guarda. Por eso, aquí os recordamos los sistemas de detección y extinción para comunidades.
Extintores: No son obligatorios en las zonas comunes de los edificios de viviendas construidos antes de 1996, pero se exigen en los construidos después. Son imprescindibles en zonas de trasteros y garajes con una capacidad de cinco o más vehículos.
BIE o bocas de incendio: Más eficaces que los extintores ya que consiguen un caudal abundante e inagotable. Aconsejable para portales, pasillos, trasteros y garajes.
Rociadores automáticos: Un detector de humo o calor activa automáticamente difusores de agua instalados en el techo para sofocar el incendio. Un sistema más complejo y caro.
Sistemas de detección: Fáciles de instalar y baratos, detectan humo o calor y avisan con alarmas sonoras y visuales.
Sistemas de control de humos en zonas comunes y garajes: Mantienen las vías de paso y evacuación limpias de humo inyectando aire fresco y aumentando la presión.
Puertas cortafuegos: Aíslan las salidas de emergencia y los accesos al edificio de las llamas y el humo.
Señalización y luces de emergencia: La falta de electricidad y el humo en un incendio disminuyen la visibilidad, por lo que en los edificios deben estar bien indicadas las salidas con grupos electrógenos autónomos.